domingo, 28 de noviembre de 2010

domingo, 22 de agosto de 2010

jueves, 19 de agosto de 2010

lunes, 16 de agosto de 2010

Arboles y pájaros


el árbol de la esquina

domingo, 15 de agosto de 2010

Sin sueños

las camareras de pelo gris
en los cafes por la noche se rindieron,
y mientras camino por las veredas de la luz
y miro las ventanas
de las casas de las enfermeras
puedo ver que ya no es con ellas.
Veo gente sentada en los bancos de la plaza
y puedo ver por la manera en que
se sientan y miran
que se acabó.

Veo gente manejando autos
y veo por la manera
en que manejan sus autos
que ni aman ni son amados
-ni consideran el sexo.
Está todo olvidado
como una vieja película.

Veo gente en las tiendas y los supermercados
caminando por los pasillos
comprando cosas y puedo ver por la manera en que
les queda la ropa y
por la manera en que
caminan y por sus caras y sus ojos
que no les importa nada
y nada se preocupa por ellos.

Puedo ver cien personas por día
que se rindieron
del todo.

Si voy al hipódromo
o a algún espectáculo deportivo
puedo ver miles que no sienten nada por nada o
por nadie y no reciben
ningún sentimiento.

Por todas partes veo a aquellos que
no mendigan nada sino
comida, refugio yropa.
Ellos seconcentran en eso,
sin sueños.

No entiendo por qué esa gente no
desaparece
no entiendo por qué esa gente no
expira
por qué las nubes no los asesinan.

O por qué los perros no los asesinan
o por qué las flores y los niños
no los asesinan,no entiendo.

Supongo que ya están asesinados
sin embargo, no puedo acomodarme al
hecho de que existan
porque son
demasiados.

Cada día cada noche
hay más de ellos
en los subtes
en los edificios
en los parques
no sienten terror por no amar
o por no ser amados.

Tantas tantas tantas
de mis criaturas
compañeras.

Bukowski

jueves, 12 de agosto de 2010

Aglaia bajó corriendo hacia la terraza tan precipitadamente que ni siquiera se secó los ojos, que tenía llorosos; bajó corriendo porque había llegado Kolia con un erizo. Todos se pusieron a mirar el erizo. A sus preguntas, Kolia contestó que el erizo no era suyo, que pasaba por allí con un amigo, Kostia Lévedev, también alumno del gimnasio, que se había quedado en la calle y se avergonzaba de entrar porque llevaba un hacha; que acababan de comprar a un mujik con quien se habían cruzado tanto el erizo como el hacha. El mujik vendía el erizo y había cobrado por él cincuenta kopeks, mas para que les vendiera el hacha también tuvieron que persuadirlo; y lo hicieron para aprovechar la ocasión y porque el hacha era realmente muy buena. De pronto Aglaia comenzó a pedir a Kolia con machacona insistencia que le vendiera inmediatamente el erizo; se impacientaba y hasta lo llamó "querido". Kolia se negó durante mucho rato, pero al fin no pudo más y llamó a Kostia Lévedev, quien realmente entró con el hacha y se quedó muy turbado. Pero entonces se aclaró que el erizo no era suyo, sino que pertenecía a un tercer muchacho, llamado Petrov, quien les había dado dinero para que le compraran la HIstoria de Schlosser, que un cuarto muchacho, necesitado de dinero, vendía en condiciones ventajosas; ellos habían ido a comprar la Historia de Schlosser, mas no habían podido resistir la tentación y habían comprado el erizo, de modo que tanto el erizo como el hacha pertenecían a aquel tercer muchacho, al que se los llevaban en vez de la Historia de Schlosser. Aglaia insistió tanto, sin embargo, que al fin se decidieron y le vendieron el erizo. No bien Aglaia fue dueña del erizo, lo puso con ayuda de Kolia, en un cestito de mimbre, lo cubrió con una servilleta y empezó a rogar a Kolia que lo llevara inmediatamente, sin detenerse en ningún lugar, al príncipe y se lo entregara de parte de ella pidiéndole que lo aceptara "en testimonio de su más profundo respeto". Kolia accedió con alegría y dio palabra de que lo llevaría al príncipe, mas inmediatamente quiso saber qué significaban el erizo y semejante regalo. Aglaia respondió que no le importaba. Replicó él que aquello había de interpretarse como una alegoría, no le cabía duda. Aglaia se enfadó y lo atajó diciéndole que era un niño nada más.

Dostoievski, El Idiota

miércoles, 30 de junio de 2010

Adrian y Rocky


en el zoológico con nieve

miércoles, 16 de junio de 2010

Necesito algo que me despabile
necesito algo que no me haga dormir
necesito pronto que vengas a asistirme
necesito, te necesito
Necesito algo para levantar
necesito fuerzas para caminar
necesito algo que me haga sentir vivo
necesito, te necesito
Sé que vos me vas a decir algo
creo saber lo que estás pensando
gracias pero ya no me hables más
necesito anestecia para no necesitar
necesito, te necesito
Necesito algo que me pueda calmar
este aburrimientoestas ganas de no estar
estuve mucho tiempo pensando
durmiendo, durmiendo, durmiendo al pedo
necesito, te necesito
Necesito una bolsa para poder cargar
mis vicios, mis decepciones y debilidad
necesito una bolsa, una bolsa grande
para poner todo lo que no pude darte
necesito, te necesito

Intoxicados

domingo, 25 de abril de 2010

Mis Discos de Guarania

Vivía pensando, pero ya no.
Aunque mi canto llore.
Me dijo que le asquearon ya
Mi olor a pirané del mañana
Y mis alas de ñacaniná.
Ni habló del veneno, guainita.
Pero aquí lo tengo / En el costado.
Ya no mata,
Pero todavía seda, sabe?
Sabe que sólo sé tirar el espinel y rolar en la canoa;
Si hasta perdí la navaja.
Pero usted quiere volar alto, sí…alto.
Guarda que no le bajen de un hondazo, licor de ñangapirí.
Yo le devuelvo a usted toda su Maravilla,
Pero usted devuélvame a mí
Mis discos de Guarania.
Mis discos de Guarania


Germán Parmetler

lunes, 12 de abril de 2010

El Arrancacorazones - Boris Vian

..."Costumbres de las malignetas" pensó Jacquemort, "¿quién las estudiará? ¿quién sabrá describirlas? Haría falta un libro enorme, en papel couché, ilustrado con aguafuertes a color, obra del fértil buril de nuestros mejores animalistas. ¡Malignetas, malignetas, qué pena que nadie ahonde en vuestras costumbres! Pero, ay, quién atrapó nunca alguna, malignetas de color de hollín, de pecho rojo, ojos de luna, de suaves chillidos como los de ratoncitos. Malignetas que morís cuando sobre vustras plumas impalpables se posa el dedo más liviano, que os morís por la menor causa, cuando se os mira mucho tiempo, cuando alguien se ríe al contemplaros, cuando se os da la espalda, cuando alguien se quita el sombrero, cuando la noche se hace esperar, cuando cae la tarde demasiado pronto. Malignetas sutiles y tiernas: vuestro corazón ocupa, en vuestro interior, todo el espacio que otros animales destinan a albergar órganos triviales.
"Los demás quizá no vean a las malignetas como yo las veo, se dijo Jacquemort, y tal vez yo no las vea exactamente como digo, pero de todos modos una cosa es cierta: aunque no se vean malignetas hay que hacer como si se vieran. Por otra parte, son tan visibles que sería ridículo no verlas"

martes, 16 de febrero de 2010


En nuestro mundo, "Lo que sabemos" y "lo que no sabemos" coexisten en una nebulosa, fatalmente unidos, como hermanos siameses. Caos, caos.
¿Quién diablos puede distinguir el mar de lo que en él se refleja? ¿Puedes tú distinguir entre la lluvia que cae y la soledad?
Así pues, renuncio con gallardía a separar el conocimiento del desconocimiento. Éste es mi punto de partida. Un terrible punto de partida, tal vez. Pero las personas necesitan partir de algún punto. ¿No es así? En consecuencia, tema y estilo, sujeto y objeto, causa y consecuencia, yo y las articulaciones de mis manos, todo se toma como una unidad indivisible. Todo el polvo esparcido por el suelo de la cocina es una única cosa, una mezcla de sal y pimienta y harina y fécula de patata.

Haruki Murakami, Sputnik mi amor

martes, 9 de febrero de 2010


Ya viene el sol,
Ya viene el sol,
Y yo digo: está bien.

Pequeña ha sido un largo y frío invierno.
Pequeña, parece que hubieran pasado años
Desde que estuvo la última vez.

Ya viene el sol,
Ya viene el sol,
Y yo digo: está bien.

Pequeña, las sonrisas vuelven a los rostros.
Pequeña, parece que hubieran pasado años
Desde que estuvo la última vez.

Ya viene el sol,
Ya viene el sol,
Y yo digo: está bien.

Sol, sol, sol; aquí viene.
Sol, sol, sol; aquí viene.
Sol, sol, sol; aquí viene.

Pequeña, noto cómo el hielo va derritiéndose a poco.
Pequeña, parece que hubieran pasado años
Desde que estuvo despejado el cielo.

George Harrison

miércoles, 3 de febrero de 2010


Cara de Amor


Cara de Pato


Mimos

Perro azul bajo la lluvia


miércoles, 27 de enero de 2010

Confusio (Krong Tse)

Cuando estuvo en la cumbre, dijo:
-Cuando, desde lo alto de una montaña, se mira hacia abajo, se experimentan siempre sentimientos desacostumbrados: el corazón se llena de deseos nuevos. Declaradme, cada uno, las imágenes que pasan en vuestro cerebro. Habiéndoos escuchado, comprenderé mejor en adelante vuestros pensamientos.
Tse-Lu comenzó:
-Yo querría tener alas más blancas que los rayos de la luna, más escarlatas que el sol, y elevarme al azur al resonar de tambores y campanas. Después, arrancando al Cielo todas sus banderas y todos sus estandartes, descender a la tierra y conquistar el universo a la cabeza de un ejército invencible. Entonces el Maestro y nosotros, sus discípulos, seríamos escuchados, nuestras lecciones serían puestas en práctica.
Krong Te sonrió y dijo:
-Tu bravura es cierta, pero ¡cuántos esfuerzos!
Tse-Kong habló:
-Yo desearía que los Estados de Tsri y de Tchru se declarasen la guerra y se lanzaran uno contra otro con todas sus fuerzas. Y cuando sus ejércitos inmensos se enfrentaran, banderas flotantes, armas resplancecientes, torbellinos de polvo levantados al punto de venir a las manos, querría, yo, vestido con un traje de seda blanca y un gorro sin adornos, adelantarme entre las dos filas de las espadas desnudas y disolver con una palabra el disentimiento de los dos Estados. Todopoderoso entonces, yo podria seguir al Maestro y propagar la doctrina.
Krong Tse volvió a sonreír y dijo:
-Eres hábil y fino para discutir, pero ¡Cuánto discernimiento te haría falta!
Ien Roe no hablaba, el Sabio le preguntó:
-¿Por qué no refieres tus deseos?
Él respondió:
-Todo lo concerniente a cuestiones militares y a cuestiones civiles acaba de ser expuesto. ¿Qué puedo agregar?
-No exageres tu modestia, y habla ante tus hermanos, insistió el Sabio.
Entonces Ien Roe comenzó: -Mi deseo sería encontrar un rey ilustre, un amo genial, de quien pudiera yo ser el ministro, a fin de obtener que las ciudades, seguras de la paz, no tuvieran necesidad de reparar sus empalizadas y sus fosos; que no se fabricaran más espadas y armas de guerra, sino solamente instrumentos de labranza; en fin, que por miles de años, el universo apaciguado ya no conociera guerras y combates. Querría ver llegar un tiempo en que el mundo, ya sin guerras ni procesos, no tuviera necesidad de los grandes esfuerzos de Tse-Lu ni de la sabiduría sin límites de Tse-Kong.
Krong Tse exclamó:
-¡Oh maravillosa virtud!¡Oh ciencia elegante y justa!
Pero Tse-Lu levantó la mano y dijo:
-Nosotros querríamos ahora conocer los deseos del Maestro.
Krong Tse respondió enseguida:
-Lo que yo sueño es ver un día realizarse el pensamiento del Maestro Ien. Lo que yo deseo, es volverme el discípulo del Maestro Ien"-

sábado, 2 de enero de 2010

Desentrañarlo hasta el fondo

La valentía de algunos se acerca al miedo
y el miedo de algunos se acerca a la
valentía
y yo admiro al valiente más que al
atemorizado,
y a veces soy el uno o el otro
y a veces no soy ninguno de los dos

es entonces cuando estoy en plenitud: ni valiente ni
atemorizado

limitándome a cascar nueces en mi cálido
nicho

mientras las flores se esfuerzan por crecer
mientras la música se afana en agradar

mientras las mujeres aman a
otros

viernes, 1 de enero de 2010