viernes, 16 de septiembre de 2011

gotas de aceite para la lámpara

No crean que el amor, para ser verdadero, debe ser extraordinario. No. Lo que necesitamos de nuestro amor es la continuidad, la constancia de amar siempre a quien amamos. Miren cómo hace la lámpara para arder: consume continuamente pequeñas gotas de aceite. Si no existiesen esas pequeñas gotas en la lámpara, no habría luz, y el Esposo Celestial tendría derecho a decir: "no te conozco".

Hijos míos, ¿qué son esas gotas de aceite en sus lámparas? Son las pequeñas cosas de la vida cotidiana: fidelidad, puntualidad, una palabra de afecto, pensar un poco en los otros, esos pequeños actos de silencio, una mirada y un pensamiento, una palabra y una acción. Esas son las gotas de amor que hacen que nuestra vida religiosa arda con tanta luz.

No busquen a Jesús en países lejanos; El no está allí. El está en cada uno de ustedes. No dejen que sus lámparas dejen de arder y nunca dejarán de verlo a El .

Madre Teresa