Preferís estar en una casa y debajo de un techo. Preferís estar dentro de cuatro paredes, con una puerta y una ventana. Os quedáis allí y no tenéis visión. Vuestro espíritu está aquí y mi espíritu está allá. Todo en vosotras está en la tierra; todo en mí está en el espacio. Entráis arrastrándoos en las casas y yo vuelo hasta lo alto de las montañas. Sois todos esclavos uno del otro, y no rendís culto sino a vosotros mismos. Dormís y no soñáis; despertáis, pero no paseáis entre las montañas. Y estoy aquí, en este momento, rebelado contra aquello a que llamáis vida.
lunes, 14 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario